Hay los cambios, ¿Por qué son tan insistentes? Siempre llegan, tarde o temprano, el cambio y/o la evolución llegan; y está en ti verlos pasar, darles la vuelta, o como dicen: tomarlo por los cuernos.
En lo que va del año cambie mi forma de vivir, no de forma radical; aunque definitivamente todo es diferente ahora, mi cabeza no tiene techo ni piso. A veces creo que nada tiene sentido, y por unos pequeños segundos al día mi mente cree si tenerlo. Supongo que nos sucede a todos los incautos que decidimos analizar un poquito más cada día, que decidimos pensar un poquito más cada día; o solo a mí porque soy anormal. La respuesta es incierta. Y lo normalidad no existen, ¡He dicho!.
De cualquier forma, ahora estoy donde empecé: en la casa grande, en la catedral de mi familia; o lo que es lo mismo: en casa de mis padres.
Lo cual tiene múltiples ventajas (la comida es deliciosa todos los días…); pero como todo, nada ni nadie es perfecto, y las desventajas a veces pesan (como echarme un cigarrito después de comer… solo para la digestión) A veces lo disfruto, a veces quiero tirarme por la ventana. Tengo una familia tremendamente imperfecta, (a veces creo que solo nos gana la familia peluche); con reglas tontas, caprichos y berrinches, de cada miembro en diferentes épocas, independientemente de edad o género; con secretos a voces, con expectativas que cumplir, con secretos, etc. Pero con algo que solo mi familia pudo enseñarme: persuit of succes, o lo que es lo mismo: la búsqueda del éxito. En todos los aspectos de la vida. Mi progenitor lo está logrando, yo espero algún día lograrlo.
Creo que voy por buen camino, o por lo menos, no voy por tan malo.
Creo.
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