domingo, 12 de septiembre de 2010

Brisa de lagrimas

 

No puedo decírtelo de frente.

La distancia no me permite enojarme, discutir o indagar. No sabes que cuando termina la llamada mis parpados no pueden detener la brisa de lagrimas. No sabes que el nudo en mi garganta es igual de grande que las mariposas en mi estomago.

Tengo que confiar, pero la confianza se ve diezmada cuando busco y encuentro; aquello que no debería saber pero que es necesario conocer.

Las lagrimas, el dolor, la incertidumbre y la duda me persiguen todos los días. Soy esclava de mi. Soy esclava de la tormenta de hormonas que recorren mi cuerpo. La misma tormenta que me hace dejar una estela de flores, corazones y mariposas a mi paso. Ahora me traiciona.

El control, al parecer es el mejor camino. “El que ama menos, siempre es el que gana”. No se cuando se convirtió el amor en una competencia; pero si se cuando mi corazón debería ser prioridad.