viernes, 30 de julio de 2010

Al calor de mi mano…

 

nude1Ando caliente. No se porque. Esta bien, si se. No he tenido el placer de una buena sesión de besos y penetraciones en casi dos meses. ¿Es poco tiempo? Depende, todo depende.

Después de estar con el ultimo hombre; al que le he sido tremendamente fiel en este tiempo de separación necesaria, me he quedado insatisfecha. Nuevamente, soy una eterna insatisfecha, como diría Ortega Y Gasset.

¿Otra razón para mi subida de temperatura? Un blog, es que hoy me he topado con este blog fascinante. Tan fascinante que no pude seguir con el trabajo, y me nació una imperiosa necesidad por escribir, por describir mi necesidad.

Así que, al calor de mi mano resuelvo mis necesidades todas las noches. Siempre, pensando e imaginando, escenas parecidas a la descrita en este fascinante blog.

Y continuará… porque las necesidades de este tipo, vaya que es difícil resumirlas en cuatro párrafos.

martes, 27 de julio de 2010

Su camino

 

“El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse.     El amor en cambio, es un eterno insatisfecho”

José Ortega Y Gasset

Me declaro una eterna insatisfecha. Amando al amor, amándome a mi cuando amo, amándolo a él.

Debo ahora hacer alarde al titulo de esta entrada, y confesar porque soy una eterna insatisfecha, y la respuesta es simple, lo soy por culpa de su camino. El camino de su cuerpo. El camino de su mente. Las dos cosas que mas encuentro fascinantes y abrumadoras de él.

Tratare de describir las incoherencias que escribí arriba. Así que empezare por su cuerpo. Y es que tiene un físico que debo recalcar; y la mejor forma de describirlo es, precisamente, siguiendo su camino:

Perfectamente trazado, como tratándose de un escultor descubriendo su obra en un bloque de mármol, a punta de cincel. Comenzando por la preciosa comisura de sus labios, muy delgados y aun, extrañamente, besables. Bajando por su cuello; fuerte, grueso, varonil; e inmediatamente pasando a los bellos de su pecho, delgados y finos; sintiéndoles entre mis dedos, acariciándolos. Siguiendo por su abdomen, percibiendo el movimiento de sus músculos, moviéndose al unisonó de su lenta, profunda y relajada respiración; y entonces su camino me muestra mas, me muestra su perfecta cadera, me coquetea. Rozando su cadera, sintiendo ese par de huesos que sobresalen cuando esta acostado, y te dirigen exactamente al lugar indicado. Hacen una pausa, cuando llegan a la línea que une sus piernas con el resto de su anatomía; mostrándome una curva en el camino, una desviación, que a fuerza de gozo, he de tomar… ha! mi mente esta perdida en este momento. He olvidado por completo el objetivo de esta entrada.

Si, el objetivo era su camino. Ahora lo recuerdo.  

jueves, 22 de julio de 2010

Dando patadas de ahogado...

Creo que los hombres son muy pendejos. Sin importar la nacionalidad, la cultura, la edad, el estatus social, el nivel educativo o económico. Simplemente son pendejos. Pocos son aquellos valientes que se dan cuenta del potencial que tienen en ellos mismos; y más pocos aún son los que se dan cuenta (a tiempo) del nivel de mujer que tienen junto a ellos.

Si, esta entrada también es sobre el amor. Siento que estoy dando patadas de ahogado en mi relación. Si hay alguien que tenga una relación a distancia (más de 12000 km) le agradecería sus sabios consejos. De verdad, puedo ser muy humilde, y ahora mas que no tengo idea de que hacer.

Llegan ideas locas a mi cabeza, llegan celos estúpidos e irracionales, llega mucha frustración y desesperanza. Llega todo menos él. Ya mencione que tiene todo lo que podría desear en un hombre. Ya mencione que podría ser el amor de mi vida, pero mi corazón, simplemente, no se siente correspondido. y la estupides mas grande es que no se siente correspondido, simplemente porque mis oidos no lo escuchan.

¿Por qué carajos necesitamos siempre escucharlo? El te extraño, el te quiero, el me haces falta, el estoy pensando en ti, el muero por un beso, el te amo… y nada. Lo decía antes, cuando éramos “amigos” ahora solo queda un te á, mando besos. Será, ¿que se ha confiado? Ahora ya me tiene, ¿ahora ya no es tan necesario? Es que yo sé que si me quiere, me lo ha demostrado; pero insisto en querer escucharlo. Es cuestión de mujeres, tal vez. O es cuestión de mi locura y estupidez.

“Hay siempre un poco de locura en el amor. Más también hay siempre un poco de razón en la locura”
Friedrick Nietzsche


sábado, 17 de julio de 2010

Este pobre y tonto corazon...

Si, al parecer sigo enamorada; tal vez más que nunca. Digo tal vez porque no estoy segura de estarlo, o más bien, no he decidido aventar a mi maltrecho y desesperado corazón porque este no siente que sea correspondido. O tal vez sí, pero no como el mismo quisiera. ¿Es normal? Nada es normal, es la primera respuesta que llega a mi mente.

Entonces, estoy con una persona que podría ser el amor de mi vida, pero no lo es ¿o sí? Desde que lo dudas ya no es el amor de tu vida, o eso me ha vendido el precioso mundo de films hollywoodenses. ¿Cómo saber? ¿Cómo explicarlo? Creo que la respuesta, es que no hay respuesta.

Y es que al final, yo nunca estoy en control, siempre ha sido este pobre y tonto corazón.
Y entonces la sabiduría de Isabel Allende me consuela:

“Escribir es como hacer el amor. No te preocupes por el orgasmo, preocúpate del proceso” Isabel Allende


El proceso es siempre lo más interesante.... definitivamente, lo mas interesante.

jueves, 15 de julio de 2010

Y dale con el cambio...

Hay los cambios, ¿Por qué son tan insistentes? Siempre llegan, tarde o temprano, el cambio y/o la evolución llegan; y está en ti verlos pasar, darles la vuelta, o como dicen: tomarlo por los cuernos.

En lo que va del año cambie mi forma de vivir, no de forma radical; aunque definitivamente todo es diferente ahora, mi cabeza no tiene techo ni piso. A veces creo que nada tiene sentido, y por unos pequeños segundos al día mi mente cree si tenerlo. Supongo que nos sucede a todos los incautos que decidimos analizar un poquito más cada día, que decidimos pensar un poquito más cada día; o solo a mí porque soy anormal. La respuesta es incierta. Y lo normalidad no existen, ¡He dicho!.

De cualquier forma, ahora estoy donde empecé: en la casa grande, en la catedral de mi familia; o lo que es lo mismo: en casa de mis padres.
Lo cual tiene múltiples ventajas (la comida es deliciosa todos los días…); pero como todo, nada ni nadie es perfecto, y las desventajas a veces pesan (como echarme un cigarrito después de comer… solo para la digestión) A veces lo disfruto, a veces quiero tirarme por la ventana. Tengo una familia tremendamente imperfecta, (a veces creo que solo nos gana la familia peluche); con reglas tontas, caprichos y berrinches, de cada miembro en diferentes épocas, independientemente de edad o género; con secretos a voces, con expectativas que cumplir, con secretos, etc. Pero con algo que solo mi familia pudo enseñarme: persuit of succes, o lo que es lo mismo: la búsqueda del éxito. En todos los aspectos de la vida. Mi progenitor lo está logrando, yo espero algún día lograrlo.

Creo que voy por buen camino, o por lo menos, no voy por tan malo.
Creo.